El misterio de Picasso

El director de El salario del miedo (1953) y Las diabólicas (1955) estaba en la cima de su éxito cuando convenció a Picasso para rodar un documental.

Pero Georges Clouzot quiso hacer más que eso. Estamos casi ante una película de acción en la que el director se puso a filmar al artista en su estudio, en plena labor creadora durante tres meses de trabajo. Para saber lo que ocurre en la mente de un pintor, sólo tenemos que seguir sus manos, nos dice Clouzot al inicio de la película, y eso es precisamente lo que nos muestra en un metraje asombroso.
Revolucionario en muchos aspectos, en el documental vemos como los trazos de Picasso van naciendo ante nuestros ojos como por arte de magia. Esto se debió a los lienzos semitransparentes y a tintas especiales que permitieron que la pintura fuera naciendo directamente sobre la pantalla de cine. Es como una sucesión de dibujos animados creado in situ por un artista que en esos años era ya una leyenda.

Con la variada música de Georges Auric (jazz, flamenco o música clásica acompañan a la imagen), y las conversaciones espontáneas entre los artistas, un Picasso con el torso desnudo va creando algo de la nada ante nuestros ojos. Se muestra, pincelada a pincelada, cómo nace una obra de arte.

A lo largo del documental se fabrican 18 cuadros que al final serían destruidos por el artista, por lo que la película es la única oportunidad de contemplar unas obras que sólo existen sobre el negativo.