Sala 3

“Si quieres entender el universo, piensa en energía, frecuencia y vibración”. Nicola Tesla

Una propuesta que explora los estados corporales y sonoros dialogando -desde el movimiento- con la idea del espectro electromagnético. A partir de ahí conectamos con diversas situaciones que sentimos y vivimos actualmente. Ir del negro al silencio es transitar del ruido a la armonía, de la desconexión a la conexión.

Esta pieza se acerca a la naturaleza desde lo inerte: los minerales…las rocas. Explora la idea del “espectro electromagnético”, viajando a través de paisajes, sonidos, la escucha y la contemplación, reflexiona sobre la energía, el ritmo, la intensidad, la vibración, el vacío y el silencio, entre otras cosas. A través de ella queremos habitar los contrastes entre estos dos lugares (el negro y el silencio) y reflexionar sobre nuestro estar en el mundo y lo que atraviesa nuestro cuerpo.

¿Qué pasa si paramos? ¿Cómo se siente el negro? ¿Cómo ese percibe o escucha? ¿Cómo llegar al silencio, al vacío, a la calma viviendo en este mundo? ¿De qué depende estar ausente o presente? Desde este lugar, el silencio no significa la “nada”, más bien, lo es todo. Es donde más se siente. En un mundo donde hemos sido atravesados por tanta negrura, ¿Cómo llegar al silencio sensible?