El escritor mexicano Luis Vicente de Aguinaga reúne en el libro Lámpara de mano los hallazgos que como lector de poesía ha tenido. En el volumen, editado por la Universidad de Guadalajara y Ediciones Arlequín, dentro de la colección Bajo tantos párpados, el autor  muestra el interés sobre el ejercicio reflexivo que plasma en ensayos críticos sobre autores como Efraín Huerta, Vicente Huidobro, Octavio Paz y Rimbaud.

Aguinaga sigue el rastro de la semilla germinal de la obra Urracas, de Elsa Cross, y analiza el lado poético del trabajo de Goytisolo. En lo que toca a su tarea como maestro y el uso de las antologías de poesía mexicana, Aguinaga comenta que enseñar la historia y las características de la poesía mexicana implica enfrentar una sensible paradoja: siendo copiosa en lo particular, la crítica de poesía mexicana da la impresión de no existir en lo general.
       
 
Luis Vicente de Aguinaga (1971) es autor de siete libros de poemas, entre los que cabe mencionar El agua circular, el fuego (1995), La cercanía (2000), Cien tus ojos (2003) y Reducido a polvo (2004).